El Geocaching es una actividad de ocio que consiste en esconder y encontrar “tesoros”. No se trata de tesoros de valor, sino más bien de aplicar nuestras habilidades para encontrar objetos escondidos, algunos incluso virtuales, en distintos lugares del territorio. Un juego que, con la ayuda del GPS, se puede practicar solo o en familia, ya sea en el medio natural o urbano, y que está bastante consolidado en el territorio español, con cerca de 700.000 participantes.
Torremocha de Jadraque. 24 de junio de 2024. El Geocaching nació casualmente en Estados Unidos en el año 2000, con motivo de la celebración de la supresión de la disponibilidad selectiva de los satélites para los receptores comerciales, cuestión que llevó a David Ulmer a esconder el primer “tesoro”. Después de 24 años de historia, esta actividad se ha convertido en un juego muy popular a nivel mundial, practicado por personas de todas las edades.
Al inicio era imprescindible disponer de un dispositivo GPS, ya que de otra manera no se podrían localizar las coordenadas del escondite. Pero en la actualidad cualquier teléfono móvil moderno dispone de receptores GPS de gran precisión, que con ayuda de las aplicaciones necesarias para jugar, van a hacer posible el hallazgo de los escondites.
Algunas de las aplicaciones más populares son la original de Geocaching y c:geo, ambas gratuitas y que se convertirán en compañeras inseparables de todo “geocacher” que se precie. Entendiendo por geocacher a la persona o equipo de personas que se identifican con un nombre y se dan de alta en la aplicación, para poder buscar y registrar los “geocaches” conseguidos.
No solo se pueden encontrar los geocaches escondidos, sino que una vez que se ejecuta el alta en la aplicación, también existe la opción de esconder y crear escondites nuevos, propios de cada jugador.
Existen diversos tipos de geocaches, distribuidos por toda la geografía mundial, desde los tradicionales, que consisten en contenedores de tamaño variable, escondidos en muy diversos lugares, que hay que encontrar físicamente, y en los que existe al menos un libro de registro en el que registrar la visita con nuestro nombre identificativo de geocacher. También existe la variante de “cache múltiple”, en el que hay que realizar distintas etapas para conseguir registrarlo. Pero pueden ser muy variados como los virtuales, que como se puede entender, no se trata de encontrar nada físico.
Otros como los earthcaches en los que hay que responder a determinadas cuestiones sobre la naturaleza geológica o geográfica de una localización en concreto, que representa por sí misma un lugar de interés, por lo que hay un componente cultural o educativo asociado al mismo.
Por todo lo comentado, este juego que se puede realizar en la naturaleza, así como en un entorno más urbano, se ha convertido en una actividad muy indicada para realizar en familia o con amigos, pero también en solitario.
El geocaching ofrece la posibilidad de disfrutar del medio natural, o de conocer lugares de interés, que pueden ser culturales, arquitectónicos o artísticos, pero también la posibilidad de realizar rutas, haciendo senderismo y disfrutando de la naturaleza. Todo dependerá de cuales sean los objetivos, siendo una actividad bastante indicada en algunos casos para realiza con niños, que suelen mostrarse bastante interesados en la búsqueda de los escondites, ya que en algunos casos, los contenedores que se encuentran disponen de pequeños objetos de escaso valor que se pueden intercambiar. Además de que la búsqueda en sí misma representa toda una aventura para los más pequeños.
En la Sierra Norte de Guadalajara también se pueden encontrar muchos tesoros, que llevan a lugares especiales y van a descubrir cuestiones muy interesantes sobre el territorio y el patrimonio cultural y natural.
La página web de Geocaching donde encontrar toda la información necesaria sobre este juego, se puede acceder desde el siguiente enlace:
Desde ADEL Sierra Norte se dan a conocer los valores naturales del territorio, divulgando el patrimonio natural y la rica biodiversidad de la Sierra Norte de Guadalajara, anteponiendo siempre el respeto y las buenas prácticas en el medio natural.