El corazón de Burdeos en La Perla de Hiendelaencina

  • Isabelle Bancheraud ha reformado y habilitado como casa rural un antiguo edificio heredero del pasado cosmopolita de Las Minas, convirtiendo con ello en realidad su sueño de regentar en España una casa rural con una oferta diferente.

Hiendelaencina. 10 de agosto de 2012. Isabelle Bancheraud, nació en un pueblecito al lado de Burdeos (Francia). Es resuelta. Tiene una personalidad emprendedora. Se enamoró de nuestro país en el instituto, estudiando el  castellano. Ya entonces supo que algún día intentaría su propia aventura española. Años más tarde, con 32, llegó su momento. Después de acumular experiencia en la hostelería francesa, llegó a dirigir un hotel de 40 habitaciones, decidió dar el salto. Sin más dilaciones, cogió la maleta y se vino a Madrid en 2002.

Isabel se fue abriendo camino poco a poco, siempre con su proyecto personal y profesional de hospedería rural propia en la cabeza. Recorrió muchos, muchos lugares en busca de aquel que vistiera su sueño de realidad. Una tarde entró en la que hoy es Casa  La Perla. La luz del oeste se colaba a raudales en el jardín,  “que entonces parecía un campo de minas”, afirma la francesa.  En cualquier caso,  supo que acababa de llegar a su sitio. Fue un flechazo. Antes de que terminara aquel día, era suya.

Dos años de trabajo más tarde han logrado que cuando el viajero entra en La Perla, ubicada en la deliciosa localidad de Hiendelaencina, empiece a sonarle en la cabeza la banda sonora de la película Amelie. El mimo por el detalle, tan francés, ha impregnado el lugar.

Isabelle ha proyectado su forma de ser en el mobiliario, en la decoración, en los parterres y hasta en las plantas. En pasillos y habitaciones hay fotos de antepasados “responsables de que seamos como somos por sus enseñanzas y por la fuerza que nos trasmitieron”, y de celebraciones familiares, como bodas. Lo nuevo se mezcla con lo antiguo, lo local con lo foráneo, en una deliciosa armonía que en Las Minas, por su pasado internacional y minero, resulta especialmente apropiado.  “Acojo a la gente en mi casa. Creo un ambiente cálido y vivido, huyendo del frío de los sitios sin alma. Quiero aportar a la oferta de alojamientos rurales algo distinto, no tan rústico”, cuenta Isabelle.

La casa tiene seis habitaciones,  todas con baño, con alguna pensada especialmente para el ocio con niños. Las terrazas añaden el toque natural que completa la cuidada selección de muebles. Las vistas de la primavera son magníficas, con los campos verdes todavía haciéndole cosquillas en los pies con su vaivén espigado al Alto Rey.

Isabelle se mudó a Hiendelaencina con su familia en julio pasado. Está casada con un profesor de instituto con el que tiene dos hijos. La Perla abrió por fin sus puertas al público el pasado mes de noviembre. Los cuatro viven en medio de la paz y el silencio serranos, como peces en el agua. “Me levanto cada día y me siento feliz. Desde la ventana de la cocina veo una encina. Aquí encuentro paz y energía. Por la tarde sobrecoge el silencio, la pureza del aire. Mi marido y yo disfrutamos viendo a los niños crecer en un ambiente  sano en el que ninguno echamos nada de menos”, dice.

Pese a que todavía no sirve comidas, más que una casa rural, La Perla funciona como un Bed & Breakfast, los desayunos ya tienen una bien ganada fama de exquisitos. Sin lugar a dudas, son un reclamo. Toda la repostería es casera.  Al igual que el ambiente, mezclan lo mejor de la tierra, con los quesos de cabra de Prádena de Atienza, la miel de La Alcarria o el dulce de membrillo como destacados representantes, con la finura de la bollería francesa. “Mi especialidad son las mermeladas caseras, el brioche de mantequilla y un arroz con leche con flores violetas que sorprenden al visitante. Muchos hacen fotos”, comenta divertida Isabelle. La presentación es tan distinguida como el sabor, para hacer así las delicias de todos los sentidos.

En todo el proyecto, Isabelle ha contado con el apoyo de ADEL Sierra Norte. “Le estoy muy agradecida al equipo del Grupo de Desarrollo Rural por el conjunto de su labor, no sólo por la inversión. Hacen un seguimiento de cada proyecto, y nos ayudan con la formación y el material que promocional que  utilizamos para  informar a nuestros clientes”.

Con tan sólo seis meses en activo, su gran reto es ahora llevar tan lejos como pueda su Perla de Las Minas a través de la página web y de las redes sociales, en un momento económico tan duro como el actual. Coraje y decisión, no le faltan.

 

Más información:
Prensa ADEL Sierra Norte. 606 411 053

 

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