Santiago Valenciano es un joven emprendedor, de 34 años, que ha elegido Muriel (Tamajón), para dar el siguiente paso de su carrera profesional. Como autónomo, lleva ocho años dedicado a los montajes e instalaciones eléctricas y de aire acondicionado en la provincia de Guadalajara, y principalmente por la comarca de la Sierra Norte.
Muriel-Tamajón. 5 de julio de 2015. El amor por la naturaleza, apetencia por la vida en el entorno rural y un bien ganado prestigio profesional le han insuflado el ánimo suficiente para convertir su proyecto personal en una S.L. que va a radicar en Muriel. Ganas no le faltan, ni trabajo tampoco. Sus clientes son los ayuntamientos de la comarca, casas rurales y particulares de la comarca.
De la mano de ADEL Sierra Norte, “creo que sin la ayuda del Grupo de Desarrollo Rural hubiera tardado más tiempo en planteármelo”, asegura, Santiago ha dado el paso de construir un almacén de materiales y taller, que convertirá en la sede de su negocio. Con las obras terminadas, está localizado en la calle del Molino, 34, de Muriel. Cuenta con una superficie útil de 184 metros cuadrados y una altura de tres metros. Para su construcción, Santiago ha sido cuidadoso con el entorno privilegiado en el que se halla. “Vivir en el medio rural implica respetarlo y adaptarte a él, y no sólo tratar de mejorarlo. Y aunque edificar de acuerdo con la estética del lugar sea mucho más caro, es como se debe hacer”, valora el emprendedor.
Todas las casas en el lado par de la calle del Molino tienen un patio a su entrada. Por eso el almacén de Santiago contempla unos metros de retranqueo a la entrada, “para evitar el impacto visual del encajonamiento de la calle”, dice. La estructura es de hormigón armado. Bien impermeabilizado, contiene el empuje de las tierras puesto que la parte trasera está bajo rasante. En todo caso, el proyecto deja paso en lo posible a la luz natural. Está diseñado con muy pocos pilares, con el fin de dejar el espacio diáfano para su cometido principal. La estructura de hormigón ha sido revestida de muros de piedra y quedará, en algunas de sus partes, chapada de pizarra. La empresa, la segunda que se va a radicar en Muriel después del bar, y al igual que la actividad profesional de Santiago y la forma que ha elegido para vivir, queda plenamente integrada en el medio rural.
Santiago ya tiene en mente su primera contratación. Este empleado le dará mucha agilidad en caso de urgencias, “puesto que a veces no las puedo atender por estar desplazado trabajando en lugares alejados”. En un plazo de tres años, le gustaría que hubiera al menos otras dos personas más trabajando con él. Desde el almacén podrá prestar un mejor y más rápido servicio a otros autónomos y empresas de la construcción que trabajan en la zona desde Muriel, “sin necesidad de desplazarme de forma previa a visitar a mis proveedores habituales”.